¡Toma castaña!

Dicen que Dios protege a los inocentes, a los borrachos y doy por supuesto que a los idiotas, también. ¿Cómo, sino, un grupo de artistas, la mayoría ya pasados de popularidad, pueden sentirse satisfechos con dar ese pobre des-concierto en La Habana?  Es posible que asumieran el «reto de cantar en la boca del lobo» para relanzar sus  carreras, creídos y engreídos, de que, a Ellos, el viejo lobo no les enseñaría los dientes. Pues, ¡Toma castaña!

Cuando escribí Sobre leyes y des-conciertos,  lo que menos me importaba era la atuación de quienes, disfrazados bajo la felpuda oveja de las buenas intenciones, se reunirían para cantar en la base de la Raspadura, a los pies de un Martí escandalizado por la porbreza estética del acto mismo. Lo que me  puso el vello como escarpia fue la mentalidad de barbacoa de algunos sectores del exilum tremens y su manía, dale que te pego, de imitar los modos de hacer del «otro lado» y allá  se van, con los improperios, las amenazas y las piras de lo que sea, discos, libros, películas, camisas, etc., etc…

 Eso ya pasó, aunque, mirándolo bien, lo peor no fue el concierto, lo peor, lo verdaderamente atrabiliario, es lo que ha venido después y, no obstante, ahora todos parecen conformes y embobados con los vídeos «clandestinos» en el lobby del hotel isleño y con las pos declaraciones  de los artistas una vez  dejaron atrás La Habana, sus secuelas y sus secuaces. Y es que, encontrar   téminos medios en este batiburrillo de emociones, es tarea para Hércules.

 Ahora refulge  bajo  las luces de los variopintos platós   la supina ignorancia política de esos neo salvadores, que aterrizaron en el aeropuerto habanero con más  desconocimiento que ropa en sus equipajes. Nada sabían de la realidad de la isla, nada de nada,     pero regresaron iluminadísimos todos,  poseedores de la verdad, más absoluta que el Abssolut Vodka.  «Los cubanos son alegres -dicen- son divertidos» -aseguran.  ¡Han descubierto  el agua tibia!, olvidando que la mayor parte de su popularidad se la deben a los cubanos, que son los mismos, queridos míos, estén en Miami o en Tumbuctú.

 «¡Los cubanos sólo piden que se levante el embargo, aunque sea a las medicinas!» ¡Upsss! Premio a la ignorancia, en la isla siempre han recibido medicinas y artículos de primera necesidad, que el régimen vende a los turistas sin preocuparse de quitarles el sello, sea  de Cáritas,   o de San Juan de los Palotes. «Los cubanos piden a sus hermanos exiliados que los ayuden» ¡Otra vez, Upss! ¿Y que hemos estado haciendo hasta ahora? ¿Es que no saben que más del 80 % de la economía cubana depende de las ayudas de los gusanos, vende patrias y traidores que somos, los únicos  capaces de pasar por  alto nuestros resentimientos y dolores?  ¿Acaso  Olga Tañón, que esgrime su fé Católica para justificar  silencios y omisiones, no pudo recordarle a los que claman por nuestra  ayuda uno de los  refranes populares más válidos hasta hoy: «Dios dice: ayúdate, que yo te ayudaré»? 

Es que, oyéndoles    me vienen ganas de parodiar a Juan Carlos de Borbón. ¿Ya cantaron, o berrearon, o lo que sea? Bueno, y ahora: «Por qué no se callan»?

Ninguno habla de lo que sucedió en el hotel, ni de la «cola de vigilancia» que llebaban donde quiera que iban. Nadie menciona el ataque de histeria de Miguel Bosé que, por cierto, me dejó de una pieza con eso de que «¿Por qué nos hacen esto a nosotros? ¿Por qué nos persionan? ¡Por qué no entienden que somos lo mejor que les ha pasado!»  ¡Toma castaña, Miguelito? ¿Quiénes y qué te hicieron? ¿Con qué te presionaron? ¿Acaso intentaron chantajearte? O, los divertidos segurosos, que al fin y al cabo también son cubanos, tuvieron el mal gusto de gritarte: «¡No invente, Papito, que no va´a bailar!»

¿Tienes idea, Miguel Bosé, de cuántos de nosotros  hemos vivido años de parecida desesperación, pero por razones muy diferentes y sin pasaporte ni billete  para la huida? No, seguro que ni aún así tienes idea de lo que es, por eso no me apeno, no, no me apeno. ¡Toma castaña! -Repito- para que no sigas creyendo que eres especial y que los verdugos tendrán en cuenta tu «heróico gesto» de ir a cantarle al «pueblo», sustantivo que para mí resulta hondamente sospechoso  porque, ¡mira que en nombre del pueblo se han  cometido atrocidades sin nombre!, y para ellos, los gerifaltes de una dictadura que tú, inocente, borracho o idiota, no lo sé, pensaste te tratarían como a un  Deus Ex Machina dispuesto a salvar escollos micrófono en mano, para ellos, es hora que de que te enteres, ese mismo pueblo sólo es digno de desprecio.

Que ¿Por qué a ustedes? ¿Y por qué no? -Digo yo- si nos lo han hecho a quienes hemos nacido y crecido allí, por qué ustedes iban a hacer la diferencia.  Dices que   son «lo mejor que les ha pasado»,   ¿a quiénes y por qué?, ¿de dónde te viene ese conocimiento de nuestra historia?,  me pregunto, después de revisar una larga lista de muertos y olvidados que también   creyeron ser lo mejor que les había pasado a la tiranía, ignorando que, dado su alto componente Narcisista, lo más plus que les ha sucedido a ellos, son ellos mismos. ¡Toma castañazo, tío! Cincuenta años dan para mucho y, como dice Paquito de Rivera, «Estamos hastas los mismos cataplines de que siempre llegue alguien a tratar de enseñarnos cómo hacer bien las cosas,  oiga: que el tiempo de la colonización y la conquista ya pasó, así es que,  a llorar, a otra parte.»

 

 

 

  1. #1 por Mardella el septiembre 30, 2009 - 5:39 pm

    De todos los artístas que participaron, La Tañón fué la que me sacó del paso. No solo por su prepotencia llena de rabia mal contenida (nunca se supo en contra de qué exactamente), sino por su jueguito a la Bond. ¿Quedemos bien y no mires con quién? Pues mencionemos a Miami en medio de otras babosadas sin sentido, y ya está. Caso cerrado. De regreso al enemigo, hagámos corte a un tímido y nervioso Alexis Valdés, el cual apenas se atrevió a preguntarle si su silla estaba cómoda a la vez rogaba a Dios terminara su show sin provocar un gaznatón boricua. Y Maria Elvira, la cual no pudo contener sus lágrimas porque Olga pronunció la palabra «Miami» y un poco más se sopla la nariz en la blusa de la invitada, quien apenas pudo disimular su desagrado hacia Maria Elvira y audiencia.
    Tanto Bosé como Juanes se notaban despistados. Bosé, ni se diga. Solo los Cubanos sedientos de exoticismo exterior se prestarían a escuchar una canción entera de este tío, y más en vivo la mayor cantidad de desmayos ocurrieron durante su acto).
    Juanes, quién sabe lo que le pasaba por la cabeza. A veces dió la impresión de estar lleno de buenas intenciones. Otras, las más, de estar más interesado en la públicidad generada que en la tan abusada ‘causa libertad’. El tiempo dirá la última palabra.
    Un bodrio todo. Solo me consuela la idea de que por un rato, a pesar del calor, la falta de agua, las letrinas inexistentes, las confrontaciones entre los de acá,los de allá, y los circundantes que mete-narices, el pueblo curioseó, bailó y experimentó un ratito de estratosfera continental.

    • #2 por María Elena Cruz Varela el septiembre 30, 2009 - 6:16 pm

      Gracias, Mardella. Tu comentario agrega aspectos complementarios a mi visión, sólo puedo objetar respecto a lo que dices del «pueblo», que, pienso, debía madurar y no esperar tanto a que los de «afuera» les saquen las castañas del fuego, ya sea con música, con alimentos o con dinero. Los pueblos son conjuntos de personas y deben, como cuerpo social, salir de la adolescencia y responsabilizarse por su vida, su dignidad y su libertad, que es todo lo mismo. No se es medio libre, como tampoco se está medio embarazada. Unas horas moviendo el traste a causa de esos caducos que los están utilizando es, en verdad, un espectáculo deplorable para una nación que padece medio siglo de dictadura. Un abrazo enorme. Te amo.

      • #3 por Ernesto el octubre 1, 2009 - 4:20 pm

        Mari tienes toda razon y te doy las gracias por tus palabras a Mardella.

        Como bailar en el mismo lugar donde siempre te han y te siguen sentenciando? Genial observacion la tuya… como siempre.

        Burumbi te ama.

  2. #4 por alvarezgalloso el octubre 2, 2009 - 7:29 pm

    Quiero felicitarte por su escrito acerca de Miguel Bose y los artistas del concierto. Vi el concierto en la television y logre escucharlo mediante mi receptor de onda corta.

    En verdad la mayoria de los artistas del concierto brillaron por su falta de talento.

  3. #5 por Julissa Alberich el octubre 7, 2009 - 2:43 am

    Barbara, barbara, bien dicho… Que saben ellos de los que hemos tenido que vivir con es LOBO alli…

  4. #6 por David Lago Gonzalez el octubre 7, 2009 - 4:41 am

    Hola, Maria Elena. Aunque ya harto del tema, que si dio para tanto fue precisamente y en mayor parte por la altaneria humillante (para nosotros) de Miguel Bose que en su arrebatado ataque de nervios quito protagonismo a Juanes en su intento de quedar bien con Havana Club y con sus diablos o sus dioses, ahora es que leo tu opinion al respecto.

    Pura mediocridad fue todo, desde las razones para justificarlo como los momentos de pluma encolerizada.

    • #7 por María Elena Cruz Varela el octubre 7, 2009 - 8:44 am

      Gracias, David, sí, estamos hartos del tema, de ese y de todos los temas que en 50 años nos han robado tiempo y espacio para dedicarnos a asuntos más gratificantes que revolver el estercolero. ¿Qué puede haber de nuevo con un viejo dictador y una decrépita dictadura cuyo poder sólo se concentra en reprimir? Nada, hermano, nada. Un abrazo

Replica a Mardella Cancelar la respuesta